Existen animales y mascotas más allá de los perros y los gatos. Hay muchos animales que hacen compañías a millones de españoles y personas en el mundo, y por ello, hoy hemos querido dedicarles este pequeño espacio. Muchas veces nos olvidamos de las demás mascotas que, como todos los animales, nos pueden hacer felices y aportarnos muchísimos buenos momentos.
Existen animales y mascotas más allá de los perros y los gatos. Hay muchos animales que hacen compañías a millones de españoles y personas en el mundo, y por ello, hoy hemos querido dedicarles este pequeño espacio. Muchas veces nos olvidamos de las demás mascotas que, como todos los animales, nos pueden hacer felices y aportarnos muchísimos buenos momentos.
El problema que existe con estos animales exóticos, como son los loros, conejos, tortugas acuáticas, o hámsters, entre otros, es que existe una creencia errónea de concebir estos animales como regalos o elementos decorativos. Lo primero que hay que tener en cuenta es que estos animales no son juguetes y que hay que cuidarlos como lo hacemos con los perros o los gatos.
A los conejos, o las tortugas también se les lleva al veterinario; por lo que, antes de comprar o adoptar un animal, hay que tener muy claros varios factores: el gasto que va a suponer, la esperanza de vida, dónde se quedará la mascota en vacaciones y, lo más importante, cómo cuidarlo.
Hoy traemos cuatro animales exóticos distintos para dar información sobre el cuidado que merecen estas mascotas:
4 animales exóticos que merecen cuidados que debes saber
El loro, el conejo, la tortuga acuática y el hámster son animales exóticos muy comunes en las distintas casas del mundo, pero lo cierto es que no se conocen muy bien sus cuidados. Explicamos uno a uno de manera breve qué es lo que necesitan y cómo tienes que cuidarlos:
Los loros, animales muy sociales
Una de las características más importantes de los loros es que son muy sociales, por lo que es muy complicado que un loro esté contento si no le dejas espacio para moverse ni relacionarse con los demás.
Estas aves tienen la necesidad de mantener actividades sociales con sus dueños y recibir estímulos todos los días. ¿Qué implica esto? Esto significa que si tienes un loro en casa debes dedicarle muchísimas horas para hacerle compañía y que no se sienta aburrido.
Además, olvídate de la idea de tenerlo en una jaula. Lo ideal para el loro es que esté moviéndose en una habitación amplia. Si esto no puede ser, es importante que la jaula sea lo más grande posible y que el loro pueda recibir la luz del sol con cierta frecuencia.
Conejos, un gran compromiso para sus dueños
Los conejos pueden vivir hasta 10-13 años, por lo que los dueños tienen que tener un gran compromiso para poder cuidarlos bien hasta el final y no abandonarlos.
Estos animales no deberían vivir en una jaula, y tampoco solos. Lo ideal para que se encuentren cómodos es que los conejos estén en una habitación sin vigilancia y sin cables a la vista. No te preocupes porque pueden vivir tranquilamente sueltos por casa, y hacer sus necesidades en una bandeja.
Eso sí, tendrás que esterilizarlo para evitar problemas de salud y para facilitar la convivencia con otros miembros de su especie.
Las tortugas acuáticas, animales que necesitan mucho cuidado
Las tortugas acuáticas son el típico regalo que se hace a los niños pequeños sin ser conscientes de lo que esto conlleva. Estos animales pueden llegar a pesar un kilo y medio, y por tanto, necesitan muchísimos cuidados.
Uno de los errores más comunes del cuidado de estos animales es la mala alimentación: las gambas y las verduras no son suficientes. Estas tortugas necesitan de pienso específico, carne roja, pescado blanco, verduras y fruta; y deben ser alimentadas en el agua para poder tragar la comida.
Hámster, vida corta y fácil mantenimiento
Un hámster no vive más de tres años, por lo que su mantenimiento es relativamente sencillo. Es un animal que necesita salir de la jaula todos los días y mucho cariño para ser feliz.
Lo más habitual es que los padres regalen hámsters a sus hijos, y que estos jueguen con ellos. No obstante, hay que evitar la bola para que corran por toda la casa, pues los hámsters se pueden sentir agobiados al no poder oler ni husmear.