Está claro que existe un debate muy popularizado sobre el uso del collar o el arnés en los perros cuando salen a pasear. ¿Tú qué utilizas?
Hoy te contamos qué es lo mejor para ellos, pensando en todo momento en la presión intraocular. Es muy importante conocer la diferencia entre el collar y el arnés pues cada uno hace presión en una zona diferente, produciendo distintas consecuencias.
Diferencia entre el collar y el arnés
La diferencia más destacada es el punto de presión; es decir, al aplicar una tensión, la fuerza se reparte en diferentes zonas e intensidad.
En este sentido, el collar sobrecarga la zona del cuello del perro, comprimiendo la vena yugular. Esto puede ser un problema importante para la salud de tu perro, pues produce una ingurgitación vascular en la úvea anterior y de la coroides, aumentando así el volumen sanguíneo de la zona y mayores presiones intraoculares.
Es imprescindible tener estos datos en cuenta, porque puedes estar haciendo mucho daño a tu mascota en la presión intraocular.
Por otro lado, el arnés reparte mejor la tensión, pues lo hace entre el cuello y la caja torácica. De esta manera, la fuerza no se ejerce en un mismo lugar y la presión se puede repartir por otras zonas del cuerpo. El arnés, por tanto, provoca una menor elevación de la PIO por una compresión directa del cuello.
A pesar de todo, el arnés permite que el perro tire en mayor medida que con el collar.
El arnés es menos dañino
En el campo de la oftalmología veterinaria, se recomienda siempre el uso del arnés en perros que tienen problemas, como el glaucoma, debilidad corneal o cuando la mascota ha sido sometida a una cirugía oftalmológica.
De hecho, un estudio demuestra que el arnés es mucho menos dañino que el collar, que hace que se eleve la presión intraocular significativamente cuando se realiza la tracción. Hay razas que contrarrestan esa presión en el cuello adoptando determinadas posturas, por ejemplo, obteniendo una posición más baja al apoyar el peso en sus hombros cuando se realiza la tracción.
Por lo tanto, para los perros que tienen algún problema oftalmológico es muy recomendable el uso del arnés, pues el collar produce mayor tensión y daña las zonas más peligrosas.