Con frecuencia vemos pequeños cálculos en la pelvis renal de gatos. La pelvis renal es como un embudo donde se recoge la orina que se produce de manera constante en el riñón para pasar al uréter y desembocar en la vejiga (foto 1). Debido a diferentes factores, las sales minerales que lleva la orina pueden precipitar formando pequeños cálculos en la pelvis renal (al igual que en la vejiga). Si esos cálculos se desplazan hacia el uréter y son de un tamaño suficiente, pueden obstruir dicho uréter y taponarlo (foto 2). La consecuencia de esto es que el riñón no puede drenar la orina que forma sin parar, produciendo lo que se llama hidronefrosis, que tiene diferentes grados y produce mucho dolor (“cólico nefrítico”). Si después de cierto tiempo no se corrige, el riñón acaba degenerándose irreversiblemente. Pero, si actuamos a tiempo, podemos lograr que se recupere total o parcialmente. Para ello, dependiendo de la localización y el grado de dilatación del uréter, podemos optar por la retirada de los cálculos del uréter. Sin embargo, con frecuencia, esto no es posible o el riesgo de estenosis (estrechez) que se genera en el uréter después de la cirugía lo hace poco recomendable.
Recientemente se ha comenzado a usar un dispositivo llamado SUB para crear un uréter artificial desde el riñón a la vejiga, realizando así un bypass o derivación del uréter obstruido. Este dispositivo tiene la ventaja de tener un puerto para poder drenar el catéter en caso de que se obstruya a diferencia de otros dispositivos utilizados hasta ahora.
En HospitalVeterinario Donostia somos pioneros en la implantación de estos dispositivos, con resultados excelentes. Su colocación requiere de experiencia y precisión y una vez “en marcha” requiere de un mantenimiento para que no se vuelva a taponar. De esta manera conseguimos que, aunque no podamos extraer el cálculo del uréter, el riñón siga funcionando y enviando orina a la vejiga.
Este es el caso de Perla, que se presentó con dolor abdominal importante y que, tras realizar una ecografía abdominal por nuestro personal cualificado, se le diagnosticó un cálculo en uréter proximal, de difícil solución quirúrgica, además de hidronefrosis moderada y comienzo de insuficiencia renal. Perla se sometió a una intervención para la colocación de un dispositivo SUB (foto 3).
Debido a la severidad del proceso, Perla tuvo una recuperación con altibajos, pero dos años después de su implantación su insuficiencia renal está controlada y tiene este aspecto tan bueno (foto 4).