Los gatos son animales muy limpios, habrás comprobado que están constantemente aseándose. Esto, pese a ser una buena conducta, implica un efecto secundario: las temidas bolas de pelo. Se calcula que, durante este proceso, pueden llegar a ingerir unos dos tercios del pelo que mudan. En este artículo descubrirás por qué se producen las citadas bolas, cómo identificarlas y prevenirlas.
Signos de las bolas de pelo
Como bien sabrás, las bolas de pelo surgen cuando el animal acumula pelos en la garganta o el estómago después de higienizarse. La manera que tiene de eliminarlas es a través de las heces o el vómito, aunque no siempre pueden desecharlas. Algo que deriva en problemas digestivos, obstrucciones totales o parciales del tracto, etc.
Suelen darse de manera más frecuente en otoño y primavera, cuando los gatos comienzan a mudar el pelaje con el cambio de temperatura. Es entonces cuando debes incrementar las atenciones hacia tu mascota. Si ves que presenta estos síntomas, es probable que tenga una o varias bolas de pelo:
- Inapetencia y pérdida de peso.
- Barriga o garganta hinchada.
- Diarrea, estreñimiento y arcadas frecuentes.
- Somnolencia, apatía e inactividad.
¿Cómo eliminar las bolas de pelo?
Hay diversas prevenciones que puedes tomar para que tu mascota no se vea afectada frecuentemente por esta problemática. Ante todo, no impidas que se acicale; es un comportamiento natural que le ayuda a mantener su pelaje limpio y sano.
Lo que sí puedes hacer es cepillar con asiduidad a tu gato. Así, cuando se acicale, no tragará tanto pelo. En este sentido, si notas que está perdiendo más del habitual, el cepillado se convierte casi en una obligación. Algo similar ocurre con los gatos de pelo largo, que son más propensos a sufrir complicaciones en el tracto digestivo por la ingesta de pelo.
Otro hábito que tienes que modificar es su alimentación. Su comida debe ser adecuada a sus necesidades. Existen piensos ideados especialmente para mejorar el tránsito intestinal y la digestión del gato. Incluyen antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y 6 y fibras vegetales de origen natural. Consulta en la clínica veterinaria cuál es la mejor opción para tu mascota, ya que un cambio drástico en su alimentación no siempre es lo más recomendable. Introducir poco a poco las modificaciones suele ser la alternativa más recomendada por los especialistas.
Además, puedes utilizar un producto muy útil a la hora de prevenir la formación de las bolas: la malta para gatos. Se trata de un complemento alimenticio derivado de la cebada completamente natural. Es una especie de pasta de tono marrón que favorece la digestión del felino cuando la ingiere. Para esto simplemente debes untarle un poco en la pata; se la lamerá y tendrá mejores digestiones, permitiendo que se desechen más fácilmente las acumulaciones de pelos.
Existen también otro tipo de suplementos de carácter laxante y dermatológico enfocados a la prevención de la caída o la mejora de la digestión. Pregunta en la veterinaria para más información al respecto.
Por último, tener hierba gatera en casa puede ser otra ayuda a la hora de expulsar las bolas. Esta planta ayuda a los gatos a purgarse y eliminar de su organismo aquello que no necesitan.
Ten en cuenta que en los casos en los que el animal no puede eliminar por sí mismo las bolas de pelo, es necesaria la intervención veterinaria. Asimismo, si percibes que tu gato pierde más pelo del habitual, ven a la clínica y consulta tu preocupación. No solo para evitar las bolas de pelo, sino porque puede que esté pasando por una etapa de mayor ansiedad o que su alimentación no sea la correcta.