Cuidar un gato bebé es una gran responsabilidad. Si estás a punto de ampliar tu familia con un gatito en adopción para tu hogar, debes informarte bien sobre los cuidados que necesita. Esto es tan importante como el trato que necesita cualquier bebé. Igual que un niño o niña, los gatos necesitan cuidados específicos. ¡Infórmate bien antes de acogerlo en casa, para que no lo pase mal!
¿Cómo cuidar un gato bebé?
Lo primero que tienes que aprender para cuidar a un gatito bebé es a buscar su bienestar. Por esta razón, no deben ganar tus deseos de tenerlo en casa si es posible que se alimente de leche materna el tiempo recomendado. Si tiene esta oportunidad, debes dejarlo con su mamá gata para que complete el tiempo mínimo de lactancia. Este alimento contiene todos los nutrientes que necesita para crecer fuerte y sano desde las primeras semanas de vida. Por eso, es primordial no renunciar a la leche siempre que sea posible.
Preparar la casa para la llegada de tu gatito bebé
A continuación, cuando ya has determinado bien la fecha para llevártelo a casa, tienes que preparar el hogar para que le sea fácil la adaptación. Algunos gatos bebés se adaptan fácilmente, buscan el calor humano y son cariñosos. Otros, sin embargo, necesitan un período de adaptación en el que tú jugarás un papel importantísimo, ofreciéndole todo lo que necesita: tanto material como emocional. Los objetos esenciales a su disposición serán otro factor clave para conseguir aclimatar al gatito en su nuevo hogar.
Entre otras cosas, debes estar pendiente de que no te falte:
- Un bebedero.
- Un comedero.
- Una camita cómoda, caliente y jugosa.
- Una cajita de pellets de madera para que se sienta cómodo haciendo sus necesidades.
- Una mantita.
- Algún juguete que lo estimule y le permita pasar el rato.
Todas estas cosas son imprescindibles, pero no siempre van a ser mejores por ser más caras. De hecho, muchos animales reclaman objetos de valor que son cosas que tirarías. Por ejemplo, es posible que pagues por una camita para gatos y tu gato prefiera dormir dentro de una caja de leche que habías decidido tirar al reciclaje. Debes estar pendiente de todas estas cosas y permitir que tenga autonomía a la hora de escoger sus espacios cómodos.
Además, puedes dirigir qué juguetes usar, pero no obligarle a usarlos. De hecho, vas a comprobar que tu gato irá descubriendo cosas con las que le gusta pasar el tiempo, que, en muchas ocasiones, no han sido compradas en una tienda. Por ejemplo, puedes probar a jugar con tu gatito atándote algo a la mano y moviéndola para que la busque. Esto despertará su atención, su precisión mejorará y su relación contigo se hará más estrecha. Sobre todo, esta última cuestión es clave para que se sienta como en casa y seguro.
Contar con apoyos profesionales que vigilen a tu gato bebé
Sin lugar a dudas, además de preparar la casa con antelación, revisar que tenga todo lo necesario y alejar las cosas peligrosas que le puedan hacer daño, tener a mano un veterinario de confianza es algo básico. No debes esperar nunca a que suceda algo o aparezcan problemas. Ya antes de adoptar a tu gato, deberás saber a dónde acudir para hacer revisiones rutinarias, preguntar dudas, acudir por urgencias médicas, etc. ¡No descuides nunca este paso o estarás poniendo en peligro la salud de tu gatito bebé!
En conclusión, cuidar un gato bebé es tan sencillo o complicado como un humano, pero la independencia la consiguen antes. Dependerá de ti, así que necesita que lo lleves al médico, lo mimes y lo cuides siempre como si fuera el rey de la casa.