Al igual que los humanos muchas veces sentimos miedo o nos mostramos reacios a acudir al médico, las mascotas también sienten este pavor a la hora de ir al veterinario. Generalmente, cuando un animal necesita atención médica, no suele ser para una revisión general, sino para el diagnóstico o control de una enfermedad.
Por ello, suele ser una experiencia bastante traumática para ellos acudir al veterinario. Comportamientos huidizos, ladridos, llantos o incontinencia urinaria son reacciones frecuentes de animales que se asustan al ir a una visita médica.
5 claves para paliar el miedo a la visita veterinaria
Por ello, hoy traemos 5 claves que ayudarán a que tu mascota lleve mejor eso de visitar a su veterinario. ¿Empezamos?
Como dueño, muestra una actitud relajada antes y durante la visita
Muchas veces somos los propios humanos los que proyectamos ese nerviosismo a nuestras mascotas. Por tanto, intenta ir relajado a la consulta para que el animal no se ponga tenso.
Lo más recomendable es optar por un veterinario de confianza, que a ti también te dé seguridad y no te permita ponerte tan nervioso.
Intenta que la visita al veterinario no sea muy traumática
A pesar de que algunos tratamientos o métodos de los veterinarios pueden ser dolorosos, tú, como dueño, podrás mitigar estas molestias con simples aspectos, como mejorar las condiciones del transporte del animal, acariciar a tu mascota y adoptar una actitud tranquila, premiar con una chuche, etc.
Los premios en forma de golosinas, huesos o granos de pienso son esenciales para remarcar los buenos comportamientos. Por lo que tira por ahí y conseguirás relajar a tu mascota.
Fomenta la socialización del animal desde el principio
Este aspecto es muy importante, sobre todo, si hablamos de perros y gatos. Es muy importante que estos animales estén acostumbrados a tratar con las personas, cuanta más gente hayan visto desde el principio de su desarrollo, menos problemas tendrá luego para acudir al veterinario o a otro sitio donde verá personas desconocidas.
Acostúmbrale a la manipulación
Desde los primeros momentos es muy importante que el animal se sienta relajado y confiado cuando se le coja o inspeccione. Por ello, empezar con cortarle las uñas, abrirle la boca o cogerle y achucharle, puede ser muy positivo para que cuando llegue al veterinario no opte por comportamientos huidizos.
Recurre al veterinario a domicilio
Puede ser que tu mascota no soporte ir al veterinario o que necesite un tratamiento especial y sea mejor que el veterinario vaya a casa. En estos casos, recurre al veterinario a domicilio para que le pase ahí la consulta.
Suele ser mucho más eficaz esto, porque el animal está más tranquilo y más seguro. Por tanto, si no puedes ayudar a tu mascota de otra manera, esta solución es perfecta.
¡Inténtalo y a ver qué pasa!