El peso excesivo en gatos es un problema silencioso, ya que solo se hace patente cuando comienza a generar consecuencias en su salud. Por ello, es crucial prestar atención a cualquier signo, especialmente, si se acaba de esterilizar. Descubre en este artículo cómo prevenir la obesidad en gatos.
Consejos para evitar que tu gato tenga obesidad
Para comenzar con la prevención, hay tres factores de riesgo que debes tener en cuenta:
- Que viva en tu casa, es decir, que no salga a la calle.
- Que acabe de ser esterilizado o castrado.
- Que tenga entre 5 y 11 años.
Después de esto, es fundamental poner en práctica los consejos que te vamos a mostrar. Se pueden aplicar de manera general, aunque hay que leerlos bien, ya que alguno tiene excepciones.
1. Cuidado con el chantaje emocional
Por lo general, los gatos suelen hacernos una especie de chantaje emocional para que les demos de nuestra comida. Sin embargo, esto no es tan divertido como parece. Recuerda que nuestros alimentos no están hechos para su estómago, sino para el nuestro. Por tanto, lo mejor es que solo consuma de su pienso.
2. Fomenta un estilo de vida activo
Frecuentemente, son animales bastante sedentarios, ya que duermen hasta 14 o 16 horas al día. Por ello, es primordial que le mantenga en actividad durante varias horas cada día. Lo mejor es que le compres un rascador, alguna pelota o un castillo en el que pueda jugar bastante tiempo.
3. Pienso para gatos esterilizados, relevante
Cuando se acaba de esterilizar, es posible que no suba de peso. No obstante, hay que tener en cuenta que se puede acumular grasa en sus órganos, con los daños que ello causaría. Cuando haya pasado por esta intervención, siempre debes darle pienso específico, de manera que tenga el aporte de nutrientes necesario, pero con menos grasa.
4. Procura que tenga un régimen
Muchas personas consideran que es bueno que sus gatos tengan acceso a la comida durante todo el día. Al fin y al cabo, su instinto les hace racionarla por lo que pueda pasar. Sin embargo, esto no es del todo favorable, ya que no siguen un patrón de comidas adecuado. Lo mejor es que le pongas el cuenco tres veces al día y se lo retires después.
5. Cuidado con los premios
Darles una golosina de vez en cuando está fenomenal, pero no conviene abusar. Lo mejor es tener una pauta semanal, con dos o tres en ese periodo. Pero ¿cuándo dárselas? En lugar de hacerlo cada vez que merendamos o, simplemente, cuando nos lo pide, es mejor limitarse a usarlas como refuerzo positivo.
6. Sacarlo de paseo
Es importante que este consejo no lo tomes al pie de la letra, sino con varios matices. Los gatos que sienten ansiedad por conocer lo que hay fuera de casa pueden tener problemas hormonales y engordar. En estos casos, conviene llevarlos a dar una vuelta con correa. Sin embargo, los demás no deberían salir de su zona de confort, ya que se tienden a estresar.
7. Piensos bajos en calorías
Si tu gato no está castrado, no deberías darle un pienso para esterilizados. Por suerte, hay marcas que los comercializan bajos en calorías para que puedan llevar una alimentación más saludable. Lo mejor es que preguntes a tu veterinario por alguno en concreto que le pueda ir bien.
Ya hemos visto cómo prevenir la obesidad en gatos, pero queda lo más importante. Si el tuyo supera los cinco o seis kilos, es crucial que lo lleves a consulta. De este modo, los profesionales podremos proponerte varias pautas para bajar de peso y hacerle un seguimiento. De lo contrario, lo más posible es que siga ganando kilos.