Es cierto que un perro visita mucho más a menudo a un veterinario que un gato. ¿Por qué? Los dueños de los gatos piensan que no es tan necesario, pero esto no es así. Los gatos, a diferencia de los perros, no manifiestas signos de enfermedad en ningún momento y, por tanto, cuando se les lleva a consulta padecen una enfermedad desde hace días o, incluso, semanas.
¿Qué se puede hacer para prevenir esto y que el animal no esté sufriendo sin que su dueño se dé cuenta? Hoy te contanos una serie de signos de enfermedad que pueden indicar que tu gato está ante un problema.
7 signos de enfermedad en gatos que deberás tener en cuenta
Si los perros tienen consultas con su veterinario de manera continua, ¿por qué los gatos no? Esto es algo que depende, por supuesto, de los dueños, y por ello, hoy queremos que entiendas que acudir al veterinario con una rutina y de manera constante es muy beneficioso para tu gato.
Te explicamos algunos signos de enfermedad que te darán pie a sospechar de que tu gato no se encuentra bien. Acude al veterinario siempre que sospeches de este tipo de acciones:
Cambios en las interacciones
No es normal que un gato cariñoso, se vuelva arisco de repente, o viceversa. Por tanto, si esto ocurre con tu gato, hazle un seguimiento, pero no te olvides de acudir al veterinario cuanto antes.
Algo está pasando con su salud…
Cambios en la actividad
Un poco lo mismo: si tu gato es muy activo y deja de moverse tanto, o viceversa, estate alerta y acércate al veterinario cuanto antes.
Por ejemplo, en caso de artritis o artrosis, el gato salta sobre los muebles con muchísima menos frecuencia. Esta acción es muy típica de los gatos, por lo que si ves al tuyo un poquito más torpe, es motivo seguro de visitar al veterinario.
Cambios en los hábitos alimenticios
Como en otros animales o en los humanos mismamente, el aumento o disminución de la ingesta de comida son claros indicadores de enfermedades importantes. Además, pueden ser trastornos de todo tipo, pasando por problemas en la boca, hasta la diabetes, por ejemplo.
En este sentido, el aumento del consumo de agua también es signo de enfermedad. Si esto sucede, es muy importante que acudas con tu mascota al veterinario para que puedas diagnosticar lo que sucede. La enfermedad renal, por ejemplo, es una de las más importantes en el gato con el aumento del consumo de agua.
Aunque parezca que un gato que deja de comer va a adelgazar o viceversa, esto no siempre es cierto. El aumento y la disminución de peso son indicadores de peso, pero no siempre va relacionado con el apetitivo. Por ejemplo, los gatos diabéticos o hipertiroideos pueden perder peso incluso si comen más.
Mal olor de boca
Enfermedad dental, renal, problemas digestivos u otro tipo de enfermedades pueden ser la causa de un cambo de olor de aliento de tu gato.
Al igual que en las personas el mal olor de aliento no suele ser nada bueno, en los gatos ocurre lo mismo. Por tanto, si has notado esto en tu mascota, ve a visitar al veterinario sin ninguna duda.
Cambios en el aseo diario del gato
Los gatos se acicalan a diario, porque es su rutina para mantenerse limpios. El cambio de este proceso puede indicar también que no lo están pasando bien, probablemente debido a una enfermedad.
En este caso, el aumento en el lamido del pelo y un mayor aseo pueden ser causa de estrés o de algún problema en la piel.
Hábitos de sueño
Como en las personas, el hecho de estar cansado todo el día y querer dormir a todas horas no es una buena señal. En los gatos ocurre lo mismo.
Desde incorporar la siesta a su rutina hasta pasarse todo el día encima de la manta, son señales de que algo no va bien con tu mascota. No te preocupes demasiado, pero ve a visitar al veterinario.
Signos de estrés
Como ya sabrás, los gatos odian el cambio. Los cambios de mudanzas, personas nuevas en casa, animales nuevos que se incorporan a la familia u otros movimientos poco comunes les puede causar serios problemas de estrés.
¿Qué ocurre entonces? La falta de apetito, orinar fuera de la bandeja o esconder bajo la cama son algunos de los síntomas.