El aumento de las temperaturas en los meses de verano puede ser muy peligroso para las mascotas. Al igual que a las personas nos facilitan una serie de acciones y protocolos que tenemos que intentar cumplir para no sufrir ningún golpe de calor, los animales también deben estar protegidos en este sentido.
El golpe de calor es el principal riesgo que sufren los perros durante el verano. Se trata de un shock que ataca a diferentes órganos y donde las primeras 24 horas son cruciales para salvar la vida del perro. Es muy importante proteger a tu mascota del calor, pues puede padecer secuelas irreversibles o, incluso, de morir.
Los perros expulsan el calor a través del jadeo, zonas aisladas de pelaje y las almohadillas de sus patas. No obstante, por mucho que pensemos que el calor está regulado gracias a los diferentes mecanismos, los perros son más sensibles al calor porque no regulan la temperatura corporal de la misma forma que el ser humano.
Por tanto, teniendo en cuenta que estos animales tienen dificultades para controlar el calor en sus cuerpos, la exposición a un ambiente húmedo y el esfuerzo físico pueden ser grandes enemigos en los meses de verano. Es más, si la temperatura de tu perro superara los 41ºC, sufriría múltiples fallos internos que podrían causarle la muerte.
¿Cuáles son los síntomas?
Siempre se habla de muerte, pero lo cierto es que si el perro sufre un golpe de calor, las primeras 24 horas son cruciales. Una vez superadas las 48 horas, es probable que el animal pueda recuperarse, pero con posibilidades de padecer secuelas irreversibles. Por ello, insistimos en resguardar del calor a los perros.
Los síntomas de un perro afectado por un golpe de calor pueden ser la agitación cardíaca y respiratoria, disfunciones neurológicas como la ataxia o convulsiones, o vómitos y diarrea, entre otros. Estos síntomas son la parte externa del golpe, ya que de manera interna el perro puede sufrir muchísimas complicaciones: colapso circulatorio, fallo hepático o renal, pancreatitis o entrar en coma, entre otros.
Como siempre decimos, las recomendaciones se cierran en hidratar al perro regularmente, sacarlo a pasear en las horas menos calurosas y no dejarle encerrado en ningún lugar con mala ventilación, como el coche o un trasportín.
Pero la recomendación más importante es la siguiente: acude a tu veterinario si sospechas de la salud de tu perro o si quieres recibir una serie de recomendaciones más detalladas para aguantar sin ningún problema los meses de verano, los más calurosos del año.