El cuidado de un perro anciano tiene una mayor exigencia que el de uno adulto. En cierto modo, sucede como cuando has comenzado a criar un cachorro. Nos referimos a que el animal no dispone de una autonomía óptima. Por lo tanto, sus necesidades se vuelven más relevantes, perentorias y específicas.
No obstante, se trata de una prueba de amor que, como parte del crecimiento de su mascota, cualquier dueño comprometido debe superar. A continuación, te damos una serie de consejos para estar a la altura con tu perro anciano. Presta atención.
¿Cuándo un perro entra en su ancianidad?
En primer lugar, has de tener en cuenta que los canes tienen unos ciclos vitales distintos a los nuestros. Por lo general, cuando pasan de la década de vida, están adentrándose ya en su particular tercera edad.
Esta vejez, por otro lado, llega antes en los animales de raza pura y tamaño considerable, como, por ejemplo, el gran danés. Uno de estos perros puede ser tomado como anciano incluso a los siete años. Por su parte, los ejemplares pequeños y producto del mestizaje, como los ratoneros, retrasan la llegada de su ancianidad. Esta puede iniciarse a partir de la docena de años.
Los problemas de los canes más longevos
Una vez valoradas las circunstancias relativas a especies, edad y peso, es el momento de centrarse en los síntomas que te pueden alertar de que tu animal de compañía está sufriendo alguna enfermedad asociada a los comunes procesos de envejecimiento.
A grandes rasgos, tienes que fijarte en si se están dando cambios de peso. En especial, cuidado con que coja más kilos de los normales. En estas situaciones, lo normal será también que cada vez duerma más horas. Atento también a si está perdiendo facultades en sentidos como el olfato, la vista y el oído.
Controla igualmente la aparición de inconvenientes en su piel y dentadura. Si camina mal, quizá ya padezca problemas en sus huesos y músculos. Y no olvides analizar sus comportamientos extraños, tales como no dominar sus deposiciones.
Recomendaciones para dar bienestar a un perro anciano
Te aportamos algunas orientaciones para que tu mascota disfrute de unos últimos años de vida en condiciones saludables. Toma nota.
La nutrición
Su alimentación debe adaptarse a sus hábitos actuales, que serán más sedentarios. Por lo tanto, no debes pasarte ni con las calorías ni con las grasas. Eso sí, las proteínas siempre vendrán bien para sus músculos. Busca, por tanto, un pienso especial para perros que ya han pasado la adultez.
Asimismo, les conviene consumir alimentos que contengan ácidos grasos omega-3 y condroprotectores. Aportan flexibilidad y combaten la artrosis, de la misma forma que tomar antioxidantes contribuirá a mitigar el efecto de los radicales libres.
Ejercicio físico
Has de evitar que tu mascota caiga en el sedentarismo, pero también te recordamos que ya no tiene la misma fuerza que antaño para moverse. Por consiguiente, vale la pena que sus paseos se dividan en caminatas más cortas. Mejor dos de media hora que uno de una. No dejes de jugar con él, ya que te interesa seguir estimulándolo. También a nivel mental.
El innegociable cariño
Para que el animal no caiga en la desidia ni en el aislamiento, tienes que redoblar tus atenciones. No le riñas, puesto que puede causarle ansiedad. Actúa siempre con predisposición positiva ante sus problemas de conducta.
La ayuda del veterinario
Por último, no demores sus visitas al veterinario. La detección rápida de un mal puede ahorrarle grandes padecimientos. Una analítica cada semestre, en este sentido, es de gran provecho.
En definitiva, si pones en práctica nuestros consejos, la vejez de tu perro será más gratificante. No solo para él, sino también para ti. Es posible que disfrute de sus últimos años con salud.