¿Sabías que tener unos huesos y articulaciones saludables permite que los gatos puedan vivir muchos años más? Esto es algo obvio, pero no todas las personas cuidan de esta parte de los felinos como se debería. Del mismo modo, en caso de detectar una lesión ósea, tendríamos que actuar rápidamente para evitar males mayores.
¿Cómo es la salud ósea en los gatos?
Hay que comenzar resaltando que el esqueleto de los gatos cuenta con más de 230 huesos, algo que varía según el número de vértebras caudales. Así, la columna vertebral es bastante flexible y está compuesta por:
- 7 vértebras cervicales.
- 13 vértebras torácicas.
- 7 vértebras lumbares.
- 3 vértebras sacras.
- Entre 20 y 23 vértebras caudales.
A diferencia de lo que ocurre con los humanos, la clavícula no se fusiona con el esqueleto, lo que permite que los gatos tengan una alta capacidad para efectuar movimientos que para nosotros serían imposibles. Asimismo, hablamos de unos animales orientados a resistir largas carreras y a realizar sprints y saltos.
Para ello, cuentan con articulaciones flexibles y fuertes. De este modo, vemos que dichos felinos pueden girarse por completo durante una caída y ayudarse de su cola parta caer sobre las patas. Una vez que tocan el suelo, las articulaciones no sufren tanto al estar protegidas por tejido cartilaginoso elástico. Esto se debe al líquido sinovial viscoso, que recubre totalmente la cápsula de las articulaciones en el mejor de los casos.
¿Cómo podemos reconocer los problemas de los huesos en los gatos?
Los gatos necesitan un estilo de vida activo, algo que no siempre se logra con la convivencia con humanos. A ello, debemos añadir la reducción del acervo genético originado por la cría selectiva y las enfermedades hereditarias.
Por su parte, esta producción del líquido sinovial se va reduciendo en los gatos mayores. Es decir, los cartílagos no reciben el flujo sanguíneo suficiente, por lo que tiene un efecto importante sobre las posibles lesiones en los huesos. Así, algunas señales evidentes serían los movimientos reducidos o los problemas para saltar. Incluso, sentarse sobre el arenero.
Si vemos que nuestro gato tiene una lesión ósea, tendremos que llevarlo al veterinario para que determine la mejor solución. Es más, debemos darnos prisa, puesto que un hueso roto puede llegar a dañar el tejido adyacente, con la opción de que no haya una posible reparación.
¿Cuáles son las enfermedades del sistema óseo?
Las enfermedades óseas en los gatos que se producen con más frecuencia son las que tienen que ver con las articulaciones degenerativas. Es algo que suele aparecer con la edad, aunque hay factores que pueden acelerar dichas dolencias como el sobrepeso o las lesiones previas. Algunas comunes son:
- Artritis. Se trata de la reducción producida en el líquido sinovial, como consecuencia del desgaste del cartílago. Entonces el tejido comienza a irritarse y deriva en una artritis, con la reducción repentina del movimiento como síntoma común. Esto es algo que puede apreciarse de manera clara cuando los gatos tienen problemas para levantarse y caminar.
- Artrosis. Es una degeneración de la artritis, lo que lleva a dolores crónicos y a una capacidad menor para hacer los movimientos, lo que empeora la calidad de vida del animal.
¿Cómo se previenen los problemas óseos?
Es importante que fomentemos un estilo de vida saludable con estos animales, incluyendo una alimentación sana y equilibrada, así como movimientos regulares con juegos de distinta índole. Igualmente, si vemos que tiene dolores, podemos brindar un apoyo en la zona afectada, pero siempre con recomendación del veterinario.
Con todo, los huesos y las articulaciones de los gatos deben cuidarse para que el animal tenga una buena calidad de vida en todo momento. Si ves que tu gato tiene problemas como los mencionados, llévalo al veterinario.