Zoonosis es la enfermedad de los animales domésticos que es transmisible a las personas. A la hora de incorporar una mascota en casa, lo que más preocupa son las enfermedades que pueden contagiar a las personas.
Pero, ¿cómo nos contagian esas enfermedades? La mayoría de ellas lo hacen a través de parásitos, como pueden ser las lombrices intestinales, las amebas, la solitaria o la tenia, entre otros. Según varios datos y estadísticas, 3 de cada 10 mascotas tienen parásitos y solo el 30% de los animales domésticos que viven en grandes ciudades están sin desparasitar.
Estos datos son muy preocupantes, porque no solo son un peligro para los dueños, sino para cualquier persona que, al pasear por la calle, acaricia a ese perro o está en contacto con su materia fecal.
¿Qué enfermedades peligrosas pueden contagiarnos?
Dos de las enfermedades más peligrosas que pueden contagiarnos estos animales son la giardiasis y la hidatidosis.
A continuación, procedemos a explicar en breves líneas lo que consiste cada una:
Hidatidosis
La hidatidosis es una enfermedad que provoca la formación de quistes en el hígado, pulmón y otros órganos vitales.
Esta enfermedad se contagia por la ingestión de huevos del parásito, más conocido como tenia. Hay que tener mucho cuidado y acudir al médico cuanto antes si notas algún síntoma.
Giardiasis
La giardiasis es más leve que la anterior, provocando diarrea aguda. Si tienes un organismo muy resistente, podrás notar simplemente molestias leves, gases, o intolerancia a las grasas; no obstante, si tu organismo no está bien fortalecido, la diarrea aguda no te la va a quitar nadie.
Se contagia con mucha facilidad, pues se contagia a través de un parásito que es microscópico. No solo se encuentra en los animales ni en sus heces, sino que también está en el ambiente. Por ello, es muy fácil de contraer.
¿Qué hacer para prevenir el contagio de estas enfermedades?
Lo más importante es que deberás desparasitar a tu mascota cada tres meses y seguir el proceso de vacunación según su especie.
Asimismo, la higiene tanto del animal como la del dueño es muy importante para prevenir estas enfermedades contagiosas. Por ejemplo, si acabas de tocar un animal doméstico, lávate bien las manos después.