La llegada del otoño es más preocupante para las mascotas de lo que, en un principio, te puede parecer. Cuando hablamos de octubre, hablamos de la lluvia y de la vuelta a la rutina, aspectos que también interfieren en la salud mental de los animales y que hay que tener muy en cuenta. No obstante, nos olvidamos de las enfermedad que siguen deambulando por la naturaleza y el aire, y que pueden causar numerosos problemas a los perros.
La llegada del otoño es más preocupante para las mascotas de lo que, en un principio, te puede parecer. Cuando hablamos de octubre, hablamos de la lluvia y de la vuelta a la rutina, aspectos que también interfieren en la salud mental de los animales y que hay que tener muy en cuenta. No obstante, nos olvidamos de las enfermedad que siguen deambulando por la naturaleza y el aire, y que pueden causar numerosos problemas a los perros.
Una de esas enfermedades es la filariosis canina, o más comúnmente llamada, la enfermedad del gusano del corazón. No es el otoño quien trae la enfermedad, sino que la filariosis está presente a lo largo de todo el año. Por ello, queremos recordar que no puedes olvidarte de los asuntos más importantes que influyen en la salud de tu mascota, aunque hayas vuelto a la rutina o eches mucho de menos las vacaciones de verano.
Octubre y el otoño es una buena época para volver a la rutina de la prevención de enfermedades de tu mascota.
¿Qué es la filariosis?
La filariosis o la enfermedad del gusano del corazón es una de las enfermedades más comunes que puede padecer tu perro. Se produce por el contagio del parásito Filaria, que se transmite a través de la picadura de un mosquito. De hecho, se denomina la enfermedad del gusano del corazón porque es en ese órgano donde se produce toda una transformación: las larvas del ya nombrado parásito se convierten en gusanos adultos, y estos serán los que perjudicarán la salud de tu perro.
Cuando el mosquito deja las larvas al perro, estas circulan por el corriente sanguíneo del animal hasta encontrarse con el corazón y transformarse en gusanos adultos. Ahí, los gusanos empezarán a comer todos los nutrientes del perro, provocándole graves problemas de salud. El mayor de los problemas es que los gusanos pueden medir varios centímetros, con los que pueden llegar hasta los pulmones, o en su máxima gravedad, hasta el hígado.
Sencillo proceso de contagio
La filariosis es una enfermedad contagiosa, y muy fácil de contagiar. Los mosquitos no tienen más que picar a un perro ya infectado con la enfermedad. Al picarle, además de llevarse la sangre del animal, se llevará parte de las larvas. Por tanto, en cuanto el mosquito pique a otro perro, le inyectará esas larvas contagiándole.
Síntomas y tratamiento para la filariosis
Como toda enfermedad, la filariosis produce unos síntomas que, en este caso, no son fáciles de detectar. Lo más importante es que se acuda al veterinario en cuanto se sospeche de alguna enfermedad grave. El veterinario le dará el tratamiento necesario y específico para curar al perro.
Lo explicamos más detalladamente a continuación.
Síntomas tardíos
Lamentablemente, para cuando ya te hayas dado cuenta de que algo grave como la filariosis está en el interior de tu mascota, habrá transcurrido mucho tiempo y el perro ya sufrirá una infección de gran envergadura. No obstante, nos parece necesario enumerar los síntomas que esta enfermedad puede dejar en tu pequeño:
Tos suave y crónica
Aceleración de la respiración
Cansancio y tristeza general
Falta de apetito
Ataques durante la realización de ejercicio
Estos son los síntomas más comunes de la filariosis, lo que no quita que tu perro pueda padecer muchos otros. Como hemos mencionado antes, estos síntomas llegan muy tarde y, normalmente, el animal ya suele estar enormemente infectado por la enfermedad.
Distintos tratamientos
Depende de cómo se encuentre el veterinario el perro podrá mandarle un tratamiento u otro. Si tu perro solo está infectado con larvas, lo normal es que el veterinario le ponga un tratamiento de dos inyecciones y unas pastillas.
No obstante, la cosa se complica en cuanto esas larvas ya se han convertido en gusanos y están en el corazón del animal. En este caso, es obligatoria la intervención quirúrgica. Una vez los expertos hayan eliminado y sacado todos los gusanos del interior del perro, este deberá mantener un tratamiento que eliminará al 100% las larvas que le hayan podido quedar.
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La llegada del otoño es más preocupante para las mascotas de lo que, en un principio, te puede parecer. Cuando hablamos de octubre, hablamos de la lluvia y de la vuelta a la rutina, aspectos que también interfieren en la salud mental de los animales y que hay que tener muy en cuenta. No obstante, nos olvidamos de las enfermedad que siguen deambulando por la naturaleza y el aire, y que pueden causar numerosos problemas a los perros.
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Una de esas enfermedades es la filariosis canina, o más comúnmente llamada, la enfermedad del gusano del corazón. No es el otoño quien trae la enfermedad, sino que la filariosis está presente a lo largo de todo el año. Por ello, queremos recordar que no puedes olvidarte de los asuntos más importantes que influyen en la salud de tu mascota, aunque hayas vuelto a la rutina o eches mucho de menos las vacaciones de verano.
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Octubre y el otoño es una buena época para volver a la rutina de la prevención de enfermedades de tu mascota.
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¿Qué es la filariosis?
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La filariosis o la enfermedad del gusano del corazón es una de las enfermedades más comunes que puede padecer tu perro. Se produce por el contagio del parásito Filaria, que se transmite a través de la picadura de un mosquito. De hecho, se denomina la enfermedad del gusano del corazón porque es en ese órgano donde se produce toda una transformación: las larvas del ya nombrado parásito se convierten en gusanos adultos, y estos serán los que perjudicarán la salud de tu perro.
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Cuando el mosquito deja las larvas al perro, estas circulan por el corriente sanguíneo del animal hasta encontrarse con el corazón y transformarse en gusanos adultos. Ahí, los gusanos empezarán a comer todos los nutrientes del perro, provocándole graves problemas de salud. El mayor de los problemas es que los gusanos pueden medir varios centímetros, con los que pueden llegar hasta los pulmones, o en su máxima gravedad, hasta el hígado.
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Sencillo proceso de contagio
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La filariosis es una enfermedad contagiosa, y muy fácil de contagiar. Los mosquitos no tienen más que picar a un perro ya infectado con la enfermedad. Al picarle, además de llevarse la sangre del animal, se llevará parte de las larvas. Por tanto, en cuanto el mosquito pique a otro perro, le inyectará esas larvas contagiándole.
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Síntomas y tratamiento para la filariosis
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Como toda enfermedad, la filariosis produce unos síntomas que, en este caso, no son fáciles de detectar. Lo más importante es que se acuda al veterinario en cuanto se sospeche de alguna enfermedad grave. El veterinario le dará el tratamiento necesario y específico para curar al perro.
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Lo explicamos más detalladamente a continuación.
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Síntomas tardíos
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Lamentablemente, para cuando ya te hayas dado cuenta de que algo grave como la filariosis está en el interior de tu mascota, habrá transcurrido mucho tiempo y el perro ya sufrirá una infección de gran envergadura. No obstante, nos parece necesario enumerar los síntomas que esta enfermedad puede dejar en tu pequeño:
Tos suave y crónica
Aceleración de la respiración
Cansancio y tristeza general
Falta de apetito
Ataques durante la realización de ejercicio
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Estos son los síntomas más comunes de la filariosis, lo que no quita que tu perro pueda padecer muchos otros. Como hemos mencionado antes, estos síntomas llegan muy tarde y, normalmente, el animal ya suele estar enormemente infectado por la enfermedad.
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Distintos tratamientos
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Depende de cómo se encuentre el veterinario el perro podrá mandarle un tratamiento u otro. Si tu perro solo está infectado con larvas, lo normal es que el veterinario le ponga un tratamiento de dos inyecciones y unas pastillas.
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No obstante, la cosa se complica en cuanto esas larvas ya se han convertido en gusanos y están en el corazón del animal. En este caso, es obligatoria la intervención quirúrgica. Una vez los expertos hayan eliminado y sacado todos los gusanos del interior del perro, este deberá mantener un tratamiento que eliminará al 100% las larvas que le hayan podido quedar.