Al llegar la primavera, los días se hacen más largos y hay vida en el ambiente, que se llena de colores y aromas. Pero esta vitalidad también la sienten los insectos, los parásitos y las plantas, que despliegan su actividad estacional. En este caso, tu gato puede verse afectado. En hospital veterinario en Donostia queremos que sepas cómo y por qué.
Enfermedades frecuentes en primavera
La estación es más cálida, salimos más y mantenemos abiertos los balcones y ventanas. Esto puede causar que tu gato pase al jardín con frecuencia o salga de casa, que lo expone a ciertas patologías.
Tricobezoares
La muda del manto de invierno hace que todo se llene de pelo. El gato, como sabes, se lame con mucha frecuencia para asearse, y esta actividad constante lo lleva a tragar el pelo desprendido. Es frecuente que forme una bola en el estómago, llamada tricobezoar, que causa inapetencia y vómitos. Si se desplaza hacia el intestino, puede obstruirlo, lo que constituye una urgencia veterinaria. Evita esta enfermedad cepillando a tu gato a diario.
Garrapatas
Estos parásitos son más activos en primavera y el gato puede infestarse de ellos en el jardín o adquirirlos de otros animales. Además de las molestias locales que producen al introducir la cabeza en la piel para chupar sangre, pueden contagiar a tu mascota con cytauxzoonosis felina, una enfermedad severa a la que también se conoce como fiebre del gato montés.
Pulgas
Estos insectos pueden vivir sin parasitar a un animal durante meses, por lo que no hace falta que el gato salga de casa para adquirirlos. Podrás detectar las pulgas en su piel o por una señal que se llama caspa negra (no son más que fragmentos de las heces de las pulgas). El principal problema es el prurito y el rascado constante, lo que causa lesiones. También el gato puede desarrollar una dermatitis por alergia a las picaduras, y entonces verás que pierde pelo y la piel presenta heridas pequeñas.
En algunos casos, la mascota puede sufrir una enfermedad llamada granuloma eosinofílico felino. Es consecuencia de una reacción del sistema inmune ante las picaduras de pulga. Se forman lesiones dolorosas alrededor de la boca.
Alergias
Los mininos, igual que las personas, pueden sufrir reacciones alérgicas cuando entran en contacto con polen, ácaros o polvo. Se manifiestan con el prurito nasal. Verás que el gato se lame o frota la nariz contra los muebles. También pueden aparecer zonas de alopecia en la piel o diarrea.
Intoxicaciones
Las plantas de tu jardín pueden ser una fuente de sustancias que intoxican a los gatos con mucha facilidad. En este caso, verás que la mascota segrega un exceso de saliva y tiene temblores, vómitos o diarrea. Las flores, bayas, semillas, hojas o raíces pueden causar enfermedades de los ojos, la piel, el sistema digestivo o el sistema nervioso. A continuación, te explicamos algunos ejemplos.
- Los bulbos de amarilis causan trastornos digestivos y arritmias cardíacas.
- El látex de la flor de pascua altera la piel y los ojos de los gatos.
- Los frutos del muérdago afectan al sistema nervioso y al corazón.
- Cualquier parte de algunos tipos de begonias enferma los ojos y la piel.
- Los bulbos de jacinto alteran el sistema nervioso.
- Toda la planta del eucalipto produce trastornos digestivos.
- Las flores y hojas de la hortensia afectan al sistema digestivo.
La primavera es maravillosa, pero te obliga a cuidar de tu gato más que nunca. Ante cualquier trastorno, llévalo a un centro de salud. En hospital veterinario en Donostia nos preocupamos por su bienestar y tu tranquilidad durante todos los meses del año.