Los parásitos en los perros pueden llegar a ser un grave problema. A pesar de su minúsculo tamaño, pueden provocar enfermedades importantes y convertirse en un gran dolor de cabeza. Lo mejor es la prevención y llevar al día su cartilla de vacunación, con el fin de mantener su sistema inmunológico fortalecido. A continuación, te indicamos cómo proteger a tu mascota de este problema.
¿Ante qué tipo de parásitos debes enfrentarte?
Existen parásitos internos y externos que debemos tener en cuenta. Los primeros son normales desde los primeros meses de tu mascota, cuando aún es un cachorro. Con respecto a estos, no debes preocuparte mucho, pero debes llevarlo de manera periódica al veterinario. Con una pastilla, que muchas veces se da junto a su comida, tu perro estará libre de esas horribles larvas que tienden a aparecer en sus heces.
Los parásitos externos suponen un problema mayor, dado el amplio número que existe y las múltiples posibilidades que hay de contagio. Desde el mosquito de la Leishmaniosis hasta las conocidas garrapatas, pulgas, pasando por piojos y ácaros.
Las enfermedades que llegan a provocar estos parásitos pueden ser un riesgo para la vida de tu mascota. Lo malo es que su contagio puede darse en un paseo, al entablar contacto con otro perro o, incluso, al acercarse a la vegetación. Al menos, el mosquito de la Leishmaniosis no es típico de invierno, ya que no soporta temperaturas por debajo de los 15 grados centígrados.
La prevención, la mejor protección
¿Cómo puedes prevenir de estos parásitos externos a tu mejor amigo? Existen muchas maneras de protegerlo, comenzando por mantener una buena higiene. En caso de que lo saques mucho a pasear, puedes bañarlo cada mes, siempre que uses un jabón libre de químicos. El cepillado diario te ayudará a detectar posibles intrusos y, así, podrás poner remedio al problema de forma rápida.
Por supuesto que mantener al día su cartilla de vacunación es crucial. También lo es que lo lleves a sus consultas periódicas con el veterinario, para que lo examine con detenimiento.
La buena alimentación, en la que no pueden faltar las vitaminas de la verdura, la carne, y una correcta hidratación, harán que tu perro esté más fuerte en caso de que sea atacado por algún tipo de parásito.
Cómo atacar a los primeros parásitos
Ante la sospecha de parásitos, te recomendamos que lleves a tu mascota al veterinario. Conforme a su tamaño y a su peso, este le puede recetar una pipeta, que deberás extender desde su lomo al resto de su pelaje por medio de un cepillado general. Esta le puede ayudar a eliminar distintos parásitos, como las garrapatas, piojos, ácaros, etc. También puede ser un tratamiento preventivo, especialmente si sabes que tu perro va a convivir con otros.
Como no todos los perros muestran una buena respuesta al tratamiento anterior, dispones del spray antiparasitario, que puede complementar a la pipeta en algunos casos. Evita que caiga en sus ojos y, tras aplicarlo en forma de masaje, siempre con la protección de unos guantes, lograrás eliminar a esos molestos huéspedes.
Los collares son otro método bastante cómodo que, además, puede evitarle la picadura de los mosquitos. Su efectividad puede durar más allá del medio año, aunque a muchos perros puede producirles una reacción alérgica que deberás consultar con el veterinario.
Ante una invasión parasitaria importante, los medicamentos en forma de comprimidos ofrecen una actuación rápida y eficaz para acabar con los parásitos.
Existen muchos métodos que te ayudarán a combatir a los parásitos en los perros. No encontrarás mejor remedio que la prevención, aunque a veces esta no es suficiente.