La leishmaniosis canina es una enfermedad común. El parásito que la causa transmite su dolencia a través de la picadura de un mosquito: el flebotomo. Normalmente, se relaciona siempre con perros, pero no es necesario aislar a los mismos cuando la padecen. La enfermedad solo se contagia mediante la picadura de este mosquito, no a través de los diferentes cánidos que la padezcan. Lo peor es que la invasión de este insecto se encuentra en todo el estado, por lo que es imposible vivir en un lugar en donde este no habite.
¿Cómo evitar la leishmaniosis canina?
Esta enfermedad de perros está tan extendida como los mosquitos que la producen. En nuestro país, estos viven en casi todas partes. Solo hay dos grandes zonas en donde apenas hay ejemplares: norte de la península e Islas Canarias. Exceptuando estas localizaciones concretas, es frecuente que haya gran cantidad de flebotomos que piquen a cánidos y que, en consecuencia, les provoquen enfermedades.
Los riesgos más habituales son el calor, que provoca la reproducción masiva de estos insectos y el diagnóstico tardío. En las zonas en donde hace calor todo el año, no puedes bajar la guardia y tienes que estar siempre pendiente de tu perro. Si vives en una zona templada, tan solo tienes que encender la alerta cuando comience la primavera. Eso sí, independientemente de la zona o de la época del año, es recomendable que vayas periódicamente al veterinario para asegurarte que no padece esta u otras dolencias.
Por supuesto, tienes que conocer cuáles son las consecuencias y los síntomas más habituales de esta enfermedad canina. Si no te han dado información en la clínica veterinaria, puedes encontrarla en internet o en libros sobre el cuidado de perros. Sin embargo, aunque no presente ningún indicio de la dolencia, tu perro tiene que ser sometido a una revisión al menos una vez al año. Así, sabrás con certeza que estás evitando esta y otras enfermedades que podrían afectar negativamente a la salud de tu mascota.
Algunos trucos que puedes seguir para prevenir la leishmaniosis en los caninos son los aparecen a continuación:
- Proceder a la instalación de mosquiteras en tu hogar, para evitar que entren en la casa o en el piso.
- Utilizar repelentes antimosquitos.
- Ponerle a tus perros pulseras que ahuyenten a los insectos.
- Evitar los paseos a las horas nocturnas, que son las horas de actividad de estos mosquitos.
- Usar pipetas o collares repelentes de mosquitos.
- Acudir regularmente a revisiones veterinarias.
- Tener al día las vacunas que trabajan para reducir el riesgo de contagio de leishmaniosis.
Incluso aunque sigas al pie de la letra todos estos consejos, es posible que no consigas evitar que tu perro contraiga la enfermedad. Si te sucede esto, no pierdas la calma y consulta a un veterinario en cuanto percibas algún síntoma. El profesional será el encargado de ofrecerte la mejor solución para el bienestar de tu perro, darte las pautas e indicaciones y recetarte la medicación necesaria. Además, podrás solicitarle otras pautas de prevención mientras tu mascota todavía no haya superado la dolencia. Recuerda no aislar a tu cánido.
En conclusión, está claro que en muchas ocasiones no puedes evitar la leishmaniosis canina. Sin embargo, es importante conocer estos trucos para intentar prevenirla. Si tu perro ya la ha padecido, al menos la recuperación anterior también te va a servir de ayuda para que no tenga que volver a atravesar lo mismo. Pon en funcionamiento estos consejos para evitar la leishmaniosis de tu perro. Si necesitas más asesoramiento, no dudes en preguntarle a tu veterinario de confianza y seguir todos sus consejos a raja tabla.