Los problemas gastrointestinales o digestivos son una de las razones más habituales por las que nuestros queridos gatitos visitan la consulta del veterinario. Dependiendo de la raza del minino, los problemas de cariz digestivo son más o menos frecuentes. Por ejemplo, los gatos siameses son más propensos a sufrir afecciones de este tipo. Los síntomas de los trastornos digestivos más comunes son vómitos, diarrea, estreñimiento, mal aliento, malabsorción o colitis.
Causas de los problemas digestivos en gatos
Las causas de los trastornos gastrointestinales en los gatos van desde cambios de dieta mal tolerados hasta infecciones, inflamación de algún órgano gastrointestinal o falta de enzimas digestivas.
Vómitos
En primer lugar, cabe señalar que los vómitos demasiado prolongados son alarmantes, puesto que los gatos, al tener un metabolismo rápido, se deshidratan a mayor velocidad que los perros y los propios humanos. Los motivos de las náuseas y vómitos son diversos: bolas de pelo acumuladas y atoradas, alimento en mal estado o falta de vacunación o desparasitación, entre otros.
Diarrea
Las causas de la diarrea pueden ser muy variadas. Las más frecuentes son la alimentación inapropiada (alimentos de escasa calidad, alimentación casera, exceso de alimentación, ingesta de presas…), parásitos internos y enfermedades bacterianas o víricas.
Estreñimiento
El estreñimiento puede deberse a la obstrucción de una bola de pelo o algún objeto que el animal ingirió, por no beber la suficiente agua, por falta de ejercicio o debido a una dieta con mucha fibra que no puede digerir adecuadamente. Otras causas más serias son tumores, fracturas o traumatismos y enfermedades de la columna.
Malabsorción del intestino delgado
La malabsorción es el término que se emplea para describir un trastorno que afecta a los gatos ante la incapacidad de absorber totalmente uno o varios tipos de nutrientes que tienen los alimentos que ingieren. Sucede mayormente en el intestino delgado, puesto que es en ese órgano donde se lleva a cabo la mayor parte de la absorción, pero en ocasiones también afecta al intestino grueso. Los principales síntomas de esta afección son diarrea constante, pérdida de apetito y de peso. Las causas pueden ser muy variadas, como neoplasia intestinal, inflamación intestinal, tiroides hiperactiva, síndrome de intestino corto, insuficiencia pancreática exocrina o linfangiectasia.
Colitis
Afecta especialmente a los gatos menores de 5 años y provoca la inflamación del intestino grueso, lo que dificulta el paso de las heces y dolor. Si tu gato sufre de colitis, las heces pueden contener sangre y mucosidades. La colitis puede ser causada por pólipos o tumores, cambios de dieta, alergias, tragar objetos y otras enfermedades.
Mal aliento
Si el mal aliento de tu gato es desagradable y persistente, lo más probable es que sufra una enfermedad determinada. No obstante, hemos de señalar que, en este caso, las causas también pueden ser ajenas al aparato digestivo, como, por ejemplo, una afección periodontal (dentadura), problemas inflamatorios de la boca, problemas de la piel y diabetes. En el caso de que la halitosis sea provocada por un trastorno digestivo, las causas pueden ser debidas a la alimentación, úlceras o tumores en la boca o en el esófago.
Si detectas algunos de los síntomas descritos a lo largo de este texto, no lo dudes, acude cuanto antes al veterinario —sobre todo si los problemas persisten—. Será este quién podrá hacer un diagnóstico adecuado y recomendar un tratamiento oportuno si fuera preciso. Afortunadamente, en muchos casos bastará con cambiar la dieta o seguir una serie de pautas alimenticias.
Recuerda el dicho: «más vale prevenir que curar». En este sentido, un esquema de vacunación al día, desparasitación regular (cada 3 meses) y una alimentación completa y equilibrada son pautas que previenen muchos de los trastornos digestivos citados.