Cada vez más gente apuesta por tener un conejo como mascota. Esta opción supone una gran responsabilidad, ya que la cría de estos animales en entornos urbanos no ha sido común. Sin embargo, desde hace unos años, se ha convertido en una alternativa a las mascotas tradicionales.
Por lo tanto, vale la pena contar con la mayor información posible a la hora de cuidar a estos mamíferos. Y, en este aspecto, una de las cuestiones más importantes que has de controlar es la alimentación.
La compleja alimentación del conejo
Primeramente, hemos de destacar que la nutrición del conejo doméstico difiere de la del de granja, que tiene un ciclo vital y productivo más corto. Por consiguiente, el objetivo es que el animal pueda tener una vida larga y saludable. Su alimentación, por tanto, no estará orientada ni a la reproducción ni al aprovechamiento de su carne.
En este sentido, has de tener en cuenta que los conejos domésticos son animales exclusivamente herbívoros. Y, además, su existencia es bastante sedentaria, dado que una gran parte de su tiempo lo pueden pasar dentro de una jaula o en un espacio reducido, como el de un terrario.
Por consiguiente, tan relevante como qué puede comer un conejo va a ser qué es lo que no puede ingerir una de estas mascotas. Y, en un contexto también muy distinto al del conejo de monte, te recordamos que su dieta, aparte de no contener trazas de otros animales, tampoco puede caracterizarse por contar con un alto porcentaje de calorías. La obesidad, de hecho, puede convertirse en el origen de enfermedades cardíacas fatales para el conejo.
Por otra parte, el intestino de los conejos, debido a su enorme ciego, es muy complejo, lo que implica que las bacterias puedan hacer aparición en él de forma desproporcionada. Esta proliferación puede resultar peligrosísima para su salud. No en vano, los trastornos alimenticios son la primera causa de muerte de estos roedores.
Así que debes acordarte de que los cambios bruscos en la dieta de los conejos pueden tener consecuencias gravísimas. Los nuevos alimentos deben ser introducidos en sus pautas alimenticias de un modo progresivo. Primero, con dosis mínimas; y, después, aumentando las raciones.
Entonces, ¿qué es lo que puede tomar un conejo?
Es el momento de desgranar los ingredientes básicos de la alimentación de esta mascota. Presta atención.
Heno
Se trata del principal componente de la dieta del conejo doméstico. El heno es hierba recién segada, pero verde y no seca. Tres cuartas partes de la nutrición de estos mamíferos dependen de tener este vegetal a su antojo.
Por otra parte, pueden tomar heno de gramíneas y leguminosas. El primero les proporciona, en flores y hierbas, la fibra tan necesaria para que su sistema digestivo pueda funcionar en condiciones óptimas. El segundo aporta más nutrientes. Te recomendamos la combinación de ambos.
Las verduras
En un porcentaje mucho menor, son importantes para la nutrición e hidratación del conejo. No obstante, todas las verduras no son igual de positivas. Consecuentemente, consulta con tu veterinario, que te podrá recomendar vegetales como las espinacas, las acelgas o la lechuga y te desaconsejará las patatas o cebollas. Roerlos viene bien para que sus dientes no crezcan desproporcionadamente.
El pienso
Permite la absorción de micronutrientes, como las vitaminas y los minerales. Pero no debe constituir la base de la alimentación de tu mascota. Se trata de un complemento, en pequeñas dosis.
Las frutas
Solo tres veces a la semana y en piezas minúsculas. Su azúcar es perjudicial para los conejos.
El agua
Un conejo no puede sobrevivir dos días seguidos sin agua. Que tenga limpia y a libre disposición.
En definitiva, el conejo tiene unas pautas alimenticias delicadas. Respétalas al máximo y solicita la asistencia de un veterinario a la hora de planificarlas.