Obelix es una tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta elegans) de 18 años, que lleva 3 años poniendo huevos no fértiles en verano. Este año, su propietario la encuentra inquieta, parece que intenta poner huevos, pero no lo consigue.
Obelix es una tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta elegans) de 18 años, que lleva 3 años poniendo huevos no fértiles en verano. Este año, su propietario la encuentra inquieta, parece que intenta poner huevos, pero no lo consigue.
La retención de huevos o distocia es una patología relativamente frecuente en reptiles, sobre todo en tortugas y lagartos mantenidos en cautividad.
Los síntomas que presentan son inespecíficos. No siempre causan problemas evidentes a nuestras mascotas, pero pueden generar problemas graves a la larga, como falta de apetito, insuficiencia renal u obstrucción intestinal. En casos más graves, puede incluso desembocar en una rotura uterina o una celomitis (como la peritonitis, pero en reptiles).
Entre otras señales, nuestras tortugas pueden mostrar anorexia, letargia, disnea (dificultad para respirar), estreñimiento, prolapso de órganos reproductores, secreción cloacal, marcha anormal y edema (inflamación) de extremidades.
Entre las principales causas de esta patología, se encuentra un mantenimiento en cautividad insuficiente, falta de vitamina, calcio, o luz ultravioleta (tanto directa del sol como con bombillas específicas), entre otros. Unas condiciones que puedan ser adecuadas para una tortuga normal, pueden no ser apropiadas para una hembra en reproducción.
También es posible que no pongan los huevos por no tener una zona de puesta apropiada, aunque no es el caso de Obelix, que dispone de un tiesto lleno de tierra para poder escarbar.
Para confirmar una retención de huevos, una de las principales pruebas que hay que realizar, es una radiografía. La presencia de caparazón en tortugas dificulta la palpación celómica-abdominal, por lo que prácticamente siempre hay que apoyarse en los hallazgos radiográficos. La palpación prefemoral mostró cierto nivel de incomodidad en la tortuga, además de una estructura anómala dentro de la cavidad celómica.
En el caso de Obelix, la radiografía nos permitió confirmar la presencia de 3 huevos, uno de ellos un poco más grande que los otros, pero sin justificar la incapacidad para la puesta del animal. Debido a que Obelix había puesto correctamente los huevos en otras ocasiones, pero no tenía un suplemento de calcio apropiado a su fase reproductora, y no estaba comiendo adecuadamente por las molestias que sentía, le suplementamos Calcio inyectable durante varios días para ayudar a su oviducto (el equivalente al útero de los mamíferos) a contraerse con fuerza, administrando al final oxitocina, para ayudarle a expulsar los huevos. El tratamiento fue exitoso, y Obelix puso los huevos adecuadamente. Al parecer, había un huevo que no se había desarrollado correctamente, y no conseguía avanzar por el tracto con las contracciones normales del oviducto.
Un mes después nos contactó de nuevo su propietario; Obelix mostraba de nuevo signos de puesta, intentaba poner huevos, estaba inquieta, pero no lo conseguía. De nuevo, una radiografía nos permitió confirmar que había generado otra nueva puesta, que no conseguía sacar. En esta segunda ocasión, uno de los huevos tenía forma anómala, parecía una fusión entre dos huevos. Conociendo los riesgos del tratamiento, como una rotura uterina, decidimos repetir el tratamiento, que concluyó con la puesta de 5 huevos.
Por fortuna Obelix consiguió evitar pasar por quirófano; esperamos que no sea necesario volver a tratar a Obelix de sus problemas reproductivos. En caso contrario, sería necesario operarla para quitarle el sistema reproductor y asegurarnos que no se repitan estos problemas.