Al igual que en los humanos, el resto de animales también llega a una fase en la que pasan a ser categorizados como geriátricos. Y así mismo, a ningún propietario nos gusta pensar que nuestra mascota está haciéndose mayor…
Al igual que en los humanos, el resto de animales también llega a una fase en la que pasan a ser categorizados como geriátricos. Y así mismo, a ningún propietario nos gusta pensar que nuestra mascota está haciéndose mayor, que ya es un abuelo- abuela, y que entra en lo que podemos definir como animal geriátrico.
En lo últimos años, la esperanza de vida media de nuestras mascotas ha aumentado de forma notoria, y es por ello que animales en edades en las que antes eran considerados abuelos, no lo son ahora. El mayor compromiso de los propietarios para con la salud de sus mascotas es uno de los factores que ha ayudado a que esa esperanza de vida media haya aumentado, así como el hecho de que la profesión veterinaria cuenta ahora con más y mejores medios para poder llegar a diagnosticar y curar enfermedades.
Pero no por ello propietarios y veterinarios tenemos que relajarnos, debemos poner todas nuestras herramientas al servicio de la salud de nuestras mascotas. Es por eso que recomendamos realizar chequeos periódicos a partir de los ocho años.
Hay enfermedades que al principio de su aparición no dan síntomas ni signos, pero que con unas pruebas tan sencillas como un pequeño cuestionario y análisis de orina y de sangre pueden ser detectadas a tiempo. Y aunque nos de miedo pensar en que nuestro animal tiene una enfermedad, la detección precoz nos va a ayudar a poder instaurar el tratamiento adecuado, tanto dietético como medicamentoso para que esa enfermedad evolucione lo más lentamente posible y hacer así que nuestra mascota tenga una buena calidad de vida durante más tiempo.
Si tu perro o gato tiene más de ocho años, no tengas miedo en preguntar por la revisión geriátrica, tu mascota te lo agradecerá.